Alicates japoneses

Garras japonesas y cadena

El aspecto tradicional de las pinzas de trébol japonesas ofrece una estética amplificada que sólo puede rivalizar con las intensas sensaciones que crean. Utilízalas en los pezones, la lengua, el clítoris o donde te lleve tu diabólica imaginación. Las pinzas japonesas se tensan sin romper la piel al tirar de la cadena; ¡tú decides cuánta tensión quieres!

Imagínatelo:

Él está tumbado boca arriba, mirándome jugar con mi sexo mientras yo me siento a horcajadas sobre su cuerpo. Unas pinzas japonesas en forma de trébol adornan sus ya doloridos pezones y la cadena que los une está en mi mano libre.

Me inclino hacia atrás para que tenga una mejor visión del vibrador entrando y saliendo, y a su vez tiro de la cadena hacia atrás. Observo su cara mientras hace una mueca de dolor al apretar las pinzas. Le digo: "Quieres tocarlo, ¿verdad? " Asiente y empieza a abrir la boca para hablar. "¿Le he dado permiso para hablar? Niega con la cabeza y tiro más fuerte de la cadena. Gime y eso es desobediencia suficiente para mí. "Me obedece feliz, pensando que voy a dejar que me lama. Me río y le quito una de las pinzas japonesas, sujetándosela a la lengua. "Ahora, cállate o tendré que buscar un nuevo sitio para la otra pinza..."